lunes, 4 de enero de 2010

POEMAS DEL 16 AL 20

UN BAÑO


Contribuyo con un baño rebosante

de agua candente

a dejar a mis hijos no nacidos

a mis hijos no reconocidos

un desierto

dentro

del mundo primero.

Fumo un cigarro mientras inxs suena de fondo.

Leo poemas. Todos me parecen peores que los míos

-necio insolente y arrogante-

pero nadie ha escrito

lo que siento.

A veces pienso y hablo con Selene

hoy está en cuarto

creciente.

Parece una uña cortada.

El agua está demasiado caliente,

me baja la tensión y me deja

los huevos escalfados.

           JORGE MERINO MOLINERO.
--------------------------------------------

MEMORIA



Aún queda sangre.

Como aquellos dibujos al fondo de las tazas de café

que hablan en el idioma del quizá,

conservo el sedimento de alguna profecía

la silueta de gastada por los viejos torrentes

y me atrevo a un poema acicalado en la cintura seca del juncal.

Vuelvo a decir comienzo

ylos goznes advierten la frontera cerrada al paraíso,



los puentes han cedido su memoria de selva a la sequía

y sólo yo recuerdo

el vaivén de los pasos trasponiendo el abismo.



Vengo a decir que todo ha sido dicho.

Yo ya no tengo nada que temblar,

he muerto justo a tiempo

y aún respiro.

                       VIVI MASSARES

---------------------------------------


LOCOS DE TINTA



Porque un ciento de locos

trocan versos por aire

y hacen piel corazones de libertad y cántico…,

todavía hay futuro.



Porque indagan la histeria,

ponen cielo a las calles

vacunando los mitos que a los cuerdos infectan,

y perviven sin héroes

o atraviesan de ahoras el pretérito aliento

de una razón sin mácula.



Muere dios en el ámbar que trampea la noche

o en el nido de cuco de una emoción utópica,

pero aun nacen y emigran esos locos poetas por la sed del instinto,

y se endulzan los dedos con la intuición del barro,

y se irritan, y amansan.



Porque hay locos de tinta

destejiendo corduras cuando nadie les piensa

todavía pernoctan

cien sirenas las playas de esta mar decadente,

cien poetas, cien hombres.


               SANTIAGO REDONDO VEGA.


----------------------------------


INCREDULOS


La carreta, pasó a paso, pasito,

lenta se mueve,

cargando en su lomo

Leña de espanto,

Para hacer una fogata de incrédulos,

Pobres hombres sapos,

En charcos verdes, apopléjicos,

Cuando zumban insectos varios,


Mientras la princesa se mofa,

Llueve aguaceros de oscuridades,

Creencias de tabúes, en el brazo marca,

Que al cántaro llena y llena,

Y siempre le queda espacio,

A pesar de rapto y ahogo

Como luz tenue, en cenizas revive,

Ave fénix, diosa de la terquedad,

si el agua es clara, por que te exiges

a ver la oscuridad,

             JOSE LUIS SAYOA OCAMPO

---------------------------------------

EN EL ÁNGULO IZQUIERDO



Hace días que me impides resbalar mis sentidos


por los tuyos, que cerraste el kiosco de los besos,


que miras por cumplir el expediente y marcas


la distancia de la mesa al comer. Tengo tantas soledades


con otoños que no sé cuándo amaneceré en tus ojos.



Estoy en ese límite de barricada con egoísmos


que huye de las sombras y dibuja palabras


anotando planetas en un caos sin emociones.


Me duelen tanto las raíces que sólo aprecio


tu sueño en mis torturas.




Hace tiempo que no cambio las cajas


del trastero, las que han soportado dos mudanzas,


algunas lluvias, cuatro inviernos y una riña.


Me siento extraño, como un insecto


mirándose en la piel de un espejo.

                    FAUSTINO LOBATO DELGADO

No hay comentarios:

Publicar un comentario